MADRID RÍO

Muy pocos visitantes sabían hasta ahora que Madrid tenía río. El Manzanares, alejado de las rutas más turísticas y hasta hace tres años casi sepultado por una autopista, se ha recuperado para la ciudad, creando un enorme parque de 10 km alrededor del curso de agua.

Nuevos senderos para caminar, jardines, zonas de ocio infantil y pasarelas peatonales acompañan a los puentes de toda la vida, como el de Segovia (S.XVI) o el de Toledo, de estilo barroco.

Desde éste último puente hay buenas vistas del proyecto arquitectónico estrella de Madrid Río, el Puente de Arganzuela, 274 metros de forma cónica, una espiral diseñada por el arquitecto francés Dominique Perrault; de la playa urbana, tres superficies donde refrescarsecon chorros y nubes de agua pulverizada; y de los tres muros medianeros pintados por el “street artista” SAM3 por encargo de los vecinos, una fantasía delicada que ayuda a humanizar el paisaje urbano.

A la altura del complejo cultural Matadero Madrid, vas a encontrar en la orilla izquierda el mural de Blu, artista italiano de fama mundial, y los dos puentes Cáscara, estructuras gemelas abovedados creadas por los holandeses West8, estudio paisajista también responsable del diseño del parque. El interior de ambos puentes está recubierto de pequeñas teselas que forman un mosaico con imágenes de 50 vecinos voluntarios y que ha sido imaginado por el artista madrileño Daniel Canogar.

Si alquilas una bici o quieres pasar el día entero en Madrid Río, no debes perderte la ermita de San Antonio de la Florida con sus frescos de Goya y de visita gratuita, los Jardines del Campo del Moro, la chopera e Invernadero de la Arganzuela o el Circuito de BMX, al final del parque.

Con tiempo soleado y en fin de semana, la mejor hora para recorrerlo en bici es el atardecer y la noche. Una visita perfecta a Madrid Río acaba siempre con una cerveza en las terraza del Matadero.

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